viernes, febrero 16, 2007

 

Vientos huracanados; ráfagas para las conciencias.

El clima político presagia catástrofe. Los vientos huracanados siguen arreciando para el minigobierno de Calderón y el desastre empieza a verse como inminente, porque proceden de diferentes direcciones y arrancan a las "instituciones" más sólidas.

Por un lado, la boyante economía mexicana empieza a tabalearse ante los golpes certeros de las ráfagas frenéticas. Mientras la canasta básica sube hasta la estratósfera, el poder adquisitivo del salario mínimo se derrumba estrepitósamente. El río crecido del desempleo amenaza con inundar el mercado ilegal de mano de obra en el país del norte.

Por otro lado, la marea alta del crimen organizado sólo fue embravecida con las inútiles maniobras castrenses del espurio. El narcotráfico está imparable y cobra vidas diariamente en diferentes puntos del país.

Las rachas de viento ocasionadas por el boquiflojo de Fox, dan al traste con los enormes esfuerzos calderonenses para buscar la legitimación y la "solidez de las instituciones". La estupidez de este individuo, supera a la gran imaginación de los mexicanos; la confesión hecha por un expresidente en la tónica del "desquite", arrecia la caída del gobiernito que impuso.

Los rayos del sol que se filtran a través de los nubarrones, aniquilan al empapado minigobierno, porque ponen en evidencia su fragilidad. Las oleadas de encuestas otrora leales, exhiben que el presidente de la puerta trasera, no logra llegar ni a la mitad de la aprobación del pueblo que -según él- lo eligió por tan amplio margen de diferencia con su competidor más cercano. Es un tipo reprobado en todo.

Esos rayitos de sol son liberados por las violentas ráfagas, pero representan a las conciencias ciudadanas que empiezan a ver la luz. El que se sume en las sombras cada vez más profundas, es el usurpador. Todo se paga en esta vida.

El Pueblo de México es grande y debe ejercer su derecho a la ciudadanía. ¿Estás listo para asumir el reto?





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