sábado, octubre 07, 2006
Latinoamérica renegada.
Para el flamante Presidente electo de México, las cosas parecen complicarse. Desde que recibió su constancia de mayoría (sin duda la mayoría del tribunal, del PAN, del CCE y del Gobierno Federal, porque no fue la mayoría del Pueblo), se ha paseado tímidamente por algunos estados de la República, enfrentando numerosas manifestaciones de repudio. Y eso que no se ha presentado en casi ninguno de los estados "amarillos".
En su graciosa huída hacia el extranjero, sin duda buscaba algo de descanso y de legitimidad en otros países. Sin embargo, ha sido objeto de protestas en la mayoría de las naciones a las que ha llegado: Honduras, Argentina, Brasil, Colombia.
¿Cómo se sentirá Calderón con todo esto? ¿Será capaz de soportar tanto rechazo nacional e internacional? ¿Podrá deveras ver a sus hijos a los ojos y decir "soy el Presidente legítimo de México?
López Obrador ha dicho que "la mancha del fraude no se limpia ni con toda el agua de los océanos". Hoy Calderón seguramente piensa en esta frase muchas veces al día.
Pero además de su lacerante falta de legitimidad, sigue los pasos de torpeza política de su antecesor. Agrede a los centroamericanos con su relanzamiento del plan Puebla-Panamá y amenaza a los sudamericanos con que su gobierno "mirará hacia el sur". Asume el papel del ansiado prócer latinoamericano, sin darse cuenta de que no tiene la estatura moral ni las propuestas necesarias para serlo.
El decrecimiento de Calderón es cada vez más rápido. Empezó "chaparrito" como lo describió Espino; pero hoy es minúsculo.
Latinoamérica ha desarrollado el pensamiento crítico que muchos países del norte no han logrado. Esto ha sucedido por todos los golpes que ha recibido. Por eso, hoy es políticamente más madura que otras regiones del mundo.
¡Calderón entiende, el Pueblo no te quiere! Latinoamérica es también "renegada"
En su graciosa huída hacia el extranjero, sin duda buscaba algo de descanso y de legitimidad en otros países. Sin embargo, ha sido objeto de protestas en la mayoría de las naciones a las que ha llegado: Honduras, Argentina, Brasil, Colombia.
¿Cómo se sentirá Calderón con todo esto? ¿Será capaz de soportar tanto rechazo nacional e internacional? ¿Podrá deveras ver a sus hijos a los ojos y decir "soy el Presidente legítimo de México?
López Obrador ha dicho que "la mancha del fraude no se limpia ni con toda el agua de los océanos". Hoy Calderón seguramente piensa en esta frase muchas veces al día.
Pero además de su lacerante falta de legitimidad, sigue los pasos de torpeza política de su antecesor. Agrede a los centroamericanos con su relanzamiento del plan Puebla-Panamá y amenaza a los sudamericanos con que su gobierno "mirará hacia el sur". Asume el papel del ansiado prócer latinoamericano, sin darse cuenta de que no tiene la estatura moral ni las propuestas necesarias para serlo.
El decrecimiento de Calderón es cada vez más rápido. Empezó "chaparrito" como lo describió Espino; pero hoy es minúsculo.
Latinoamérica ha desarrollado el pensamiento crítico que muchos países del norte no han logrado. Esto ha sucedido por todos los golpes que ha recibido. Por eso, hoy es políticamente más madura que otras regiones del mundo.
¡Calderón entiende, el Pueblo no te quiere! Latinoamérica es también "renegada"
