domingo, octubre 01, 2006

 

La organización ciudadana

Andrés Manuel López Obrador ha insistido -con toda la razón- en que la fuerza es de la gente.

La "gente" suena impersonal, pero en el México de hoy, tiene una gran personalidad moral. La determinación de la "gente".

Miles de "gentes" confluyen para la defensa de un país que está en riesgo por la decisión de unos cuantos. Miles de "gentes" se unen voluntaria y solidariamente para manifestar su inconformidad. Miles de voces se levantan para decir que no a la usurpación de la voluntad popular. Miles de manos manifiestan la su unidad ciudadana en las causas justas.

Si bien López Obrador es un líder indiscutible, su misión consiste en darle cauce a una ciudadanía en crecimiento, que pretende hacer valer sus derechos.

La madurez ciudadana en México empieza a hacer su aparición. La nación comienza a salir de la infancia popular, para darse cuenta de su fortaleza ante las limitaciones que algunos pretenden imponerle. La verdad se devela ante los ojos de una ciudadanía más conciente y crítica.

Hoy se dice mucho que la lucha apenas comienza. Es cierto. La "gente" ha iniciado el proceso de ciudadanización imprescindible para el cambio verdadero del país. No hay marcha atrás...





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