miércoles, septiembre 06, 2006
¡Patético!
Nunca en la historia de México un "Presidente Electo" había sido tan repudiado antes de empezar su mandato como Felipe Calderón. Su legitimidad es tan grande como su liderazgo, su estatura moral y la física; por eso fue hoy recibido a "huevazos" en el TRIFE, a pesar del escandaloso operativo de seguridad, que tenía verdaderamente sitiado en lugar.
Y a todo esto, ¿dónde están los "millones" de electores que le "otorgaron" la presidencia? Seguramente en sus lujosas oficinas o en sus cómodas mansiones; quizás en un automóvil de lujo que ostenta una calcomanía de "Por un México en paz"; talvez viendo las telenovelas de Televisa; sin duda, en "Los Pinoles".
Pero resulta patético que, cuando apenas va a recibir la constancia de "presidente electo", despierta tanta pasión negativa. ¿Cómo va a gobernar sin poder presentarse en público? ¿Hará uso irrestricto de la máxima tribuna foxiana, la televisión? ¿Cómo puede siquiera convocar a un diálogo "tan de corazón"? ¿Podrá gobernar a "todos los mexicanos"?
¿Dónde está el Presidente?
En realidad, el Presidente está en el Zócalo, acampando desde hace más de un mes, sin helicópteros y sin Estado Mayor Presidencial; pero además, está con la gente, rodeado de multitudes que esperan ansiosas su mensaje cotidiano. Las personas llegan por decenas de miles a manifestarle su respaldo. Yo he visto a Andrés Manuel bajarse del templete y caminar entre la gente y sus manifestaciones de afecto, sin temor alguno, "porque la gente lo cuida".
El "presidente electo" emite un discursillo gris, al que nadie le presta la mayor atención; sus fieles están más interesados en el monólogo de Adal Ramones.
El Presidente Legítimo, emite cada día un mensaje y capta la atención de todos sus seguidores, pero también de los medios de comunicación -lo reconozcan o no- y de sus adversarios. El líder ordena la agenda del día.
El "presidente electo" hace llamados al diálogo para que la oposición lo reconozca, después de que fragmentó al país. Quiere entrevistarse con el Peligro para México e incorporar sus propuestas a su gobierno.
El Presidente Legítimo hace un llamado a la Revolución de Conciencias, después de aglutinar a millones y, rechaza un gobierno de coalición porque no se pueden mezclar dos proyectos distintos de nación.
Y mientras tanto, el Presidente saliente ha emigrado de lleno a Foxilandia, en donde todo es concordia, la democracia es plena, la legalidad y las instituciones son inmaculadas, los ciudadanos están más unidos que nunca y de paso, el huracán John no causó estragos a los miles de damnificados que se encuentran sin luz.
Muchos contrastes sin duda...
De frente, la Convención Nacional Democrática, voz para los ciudadanos.
Y a todo esto, ¿dónde están los "millones" de electores que le "otorgaron" la presidencia? Seguramente en sus lujosas oficinas o en sus cómodas mansiones; quizás en un automóvil de lujo que ostenta una calcomanía de "Por un México en paz"; talvez viendo las telenovelas de Televisa; sin duda, en "Los Pinoles".
Pero resulta patético que, cuando apenas va a recibir la constancia de "presidente electo", despierta tanta pasión negativa. ¿Cómo va a gobernar sin poder presentarse en público? ¿Hará uso irrestricto de la máxima tribuna foxiana, la televisión? ¿Cómo puede siquiera convocar a un diálogo "tan de corazón"? ¿Podrá gobernar a "todos los mexicanos"?
¿Dónde está el Presidente?
En realidad, el Presidente está en el Zócalo, acampando desde hace más de un mes, sin helicópteros y sin Estado Mayor Presidencial; pero además, está con la gente, rodeado de multitudes que esperan ansiosas su mensaje cotidiano. Las personas llegan por decenas de miles a manifestarle su respaldo. Yo he visto a Andrés Manuel bajarse del templete y caminar entre la gente y sus manifestaciones de afecto, sin temor alguno, "porque la gente lo cuida".
El "presidente electo" emite un discursillo gris, al que nadie le presta la mayor atención; sus fieles están más interesados en el monólogo de Adal Ramones.
El Presidente Legítimo, emite cada día un mensaje y capta la atención de todos sus seguidores, pero también de los medios de comunicación -lo reconozcan o no- y de sus adversarios. El líder ordena la agenda del día.
El "presidente electo" hace llamados al diálogo para que la oposición lo reconozca, después de que fragmentó al país. Quiere entrevistarse con el Peligro para México e incorporar sus propuestas a su gobierno.
El Presidente Legítimo hace un llamado a la Revolución de Conciencias, después de aglutinar a millones y, rechaza un gobierno de coalición porque no se pueden mezclar dos proyectos distintos de nación.
Y mientras tanto, el Presidente saliente ha emigrado de lleno a Foxilandia, en donde todo es concordia, la democracia es plena, la legalidad y las instituciones son inmaculadas, los ciudadanos están más unidos que nunca y de paso, el huracán John no causó estragos a los miles de damnificados que se encuentran sin luz.
Muchos contrastes sin duda...
De frente, la Convención Nacional Democrática, voz para los ciudadanos.
