lunes, septiembre 18, 2006

 

El FAP, el grito, la Convención y...¡Presidente Legítimo!

¡Vaya histórico fin de semana!

Frente Amplio Progresista

Durante la mañana de este 15 de septiembre, a través de la reunión del Consejo Nacional del PRD, se formalizó la conformación del Frente Amplio Progresista. Esta noticia ha sido desdeñada por aquellos que establecen el cerco informativo contra todo lo que no proceda de los poderes fácticos. Sin embargo, representa la carta legislativa de la izquierda mexicana, en contra de las alianzas golpistas de los neoliberales del PRIAN. ¿Cuál es la relevancia?

Hemos escuchado voces recientes que afirman que las famosas reformas estructurales deberán realizarse en fast track antes del 1o. de diciembre, para que sea Fox quien cargue con el precio político y no Felipe Calderón. Se establecieron los primeros pactos políticos entre el PRI y el PAN para darles curso a través de los "amarres" que se lograron para la presidencia de la legislatura y los acomodos en las comisiones más importantes de la cámara baja, con las que se mayoriteó al PRD. Si bien el PAN es primera fuerza en la cámara de diputados ésta es sólo una mayoría relativa. Mediante la alianza con el PRI y el Verde pueden lograr una mayoría absoluta. Sin embargo, para poder hacer modificaciones a la Constitución se requiere de la aprobación por dos tercios de la cámara.

El Frente Amplio Progresista, establecido este fin de semana por el PRD, Convergencia y el Partido del Trabajo, consiste en un acuerdo que tiene vigencia de 3 años en el que las tres fuerzas se comprometen a actuar como un sólo bloque por ese lapso. Con esta alianza se obtiene un tercio más uno de la cámara de diputados. De esta forma ni siquiera la alianza de todos los demás partidos logra los dos tercios que se requieren para las reformas constitucionales. Aún cuando este acuerdo no le da al FAP la posibilidad de aprobar sus propuestas, si le permite bloquear lo que atente contra la soberanía nacional y con esto se consigue una posición inmejorable para la negociación, desde una postura fuerte.

El Grito

La noche del 15 de septiembre será una de las más dolorosas para Fox, porque por segunda ocasión en una quincena ha recibido un terrible desaire como consecuencia de su necedad, su ánimo retador disfrazado de ingenuidad y su desdén por la crisis política que vive el país. La noche del 15 de septiembre del 2006, representa un homenaje a la verdadera independencia del Pueblo de México, que ha decidido dejar de ser víctima de su gobierno.

Ante una plaza de la constitución abarrotada, la alegría de la gente tenía un significado mucho más cercano que 1810; la revolución de conciencias que ha iniciado, no tiene precedentes en la historia reciente del país. Y allí en el Zócalo, se daban cita los protagonistas de este hecho inédito: el Pueblo avasallador, cantando y gozándose de su significativa fiesta; el líder reconocido y auténtico de la gente, rodeado por los legisladores y Alejandro Encinas, con un rostro encendido de alegría, que asumió su rol como todo un triunfador.

A las 11:00 en punto, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal se aproximó, bandera en mano, al balcón del palacio de gobierno de la Ciudad más grande del mundo. Con voz contundente exclamó la frase muy conocida de "¡Vivan los héroes que nos dieron patria!", seguida de los vivas con cada uno de los nombres de estos personajes de la historia de México, para culminar con un "¡Viva la soberanía del Pueblo!", que registra el inédito momento político. Al terminar y ante el gozo de la gente que lo escuchaba, tocó la nueva campana de la libertad, un regalo de artesanos michoacanos a la resistencia civil. Finalmente, entregó la bandera y regresó con la gente que coreaba consignas en un ambiente de ¡Sí se pudo!.

Pero no todos los rostros denotaban la misma alegría; hubo uno en el mismo balcón de Encinas que, ante el repudio de la gente esbozaba una helada sonrisa. Abascal aprovechó la invitación de Encinas, para darse un "baño de pueblo" y constatar el tamaño de la crisis política que deja la No gestión de Fox. Pretendiendo no oír, escuchó el "fuera Abascal" en innumerables ocasiones coreadas por la multitud.

Por otro lado, en Dolores Hidalgo, el cielo pareció dolerse con grandes lágrimas ante la visita forzada de un Presidente imposibilitado por el Pueblo para cumplir con la tradición en la gran plaza nacional. Ante un operativo impresionante del Estado Mayor Presidencial y muy escasos invitados, la pareja presidencial mostraba su nula alegría enmascarada como "prudencia" ante las cámaras de televisión de todos los canales nacionales.

Convención Nacional Democrática.

"¡Llueve, llueve y el pueblo no se mueve!" se escuchaba a grandes voces en la plaza de la Constitución. Centenas de miles de personas procuraban resguardarse unos a otros de la lluvia, con paraguas, plásticos y permaneciendo juntos.

Con dos horas de retraso, se inició la Convención Nacional Democrática. El cansancio, el frío, el hambre y la sed no fueron suficientes para que los asistentes se retiraran. El largo viaje que muchos habían emprendido desde todos los pueblos del país, debía rendir sus frutos en la forma de la anhelada democracia. Más de un millón de delegados, que habían participado en las miles de asambleas populares que se celebraron en todo el país, eran portadores de la voluntad de aquellos que no habían podido asistir. Pero además, la reflexión seguía durante la espera; algunos seguían discutiendo la lista de los acuerdos que debían tomarse durante la tarde del sábado 16 de septiembre: "¿Debemos votar por un presidente o por un coordinador de la resistencia? ¡No! Debe ser presidente, porque así no se valida al espurio"; "¿Cuándo debe tomar posesión? ¡Qué sea el 1o. de diciembre y así no pelamos a Calderón! ¡No! Porque el presidente legítimo debe tomar posesión antes que el espurio".

Las palabras suaves de Elena Poniatowska en relación con la carta de Cuauhtémoc Cárdenas, arrancaron los gritos de repudio de la multitud. Ella continuó elegantemente reflexionando sobre el robo de las elecciones y la ilegitimidad de Calderón. Poco a poco se fueron desahogando los puntos previstos para la sesión inaugural de la Convención Nacional Democrática. A los discursos, siguió la votación, que por ser pública fue indiscutible. No en todos los casos se votó por unanimidad, pero siempre se respetó y se aceptó la voluntad de la mayoría. Jesusa Rodríguez solicitaba a las delegadas y los delegados que levantaran la mano si estaban de acuerdo o en desacuerdo con alguno de los puntos. Después, ella misma anunciaba el punto de acuerdo.

La solidaridad, el respeto y la concordia privaron durante todo el evento, de principio a fin. Las constantes amenazas veladas de represión y la presencia de personal militar en las ventanas del Palacio Nacional, no amedrentaron a la gente, que tenía una cita con el nuevo México.

¿Presidente legal o legítimo?

El nombramiento de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México se consumó durante la Convención Nacional Democrática. Más de un millón de delegados -que representaban a varios millones de ciudadanos- refrendaron su decisión de apoyar y promover el proyecto alternativo de nación. La presencia enorme y comprometida de tantas personas complica la simplificación y el ánimo reduccionista con el que la plutocracia descalifica cualquier acción del pueblo.

Lo legal no es sinónimo de lo legítimo.

Felipe Calderón es el presidente legal electo de México. Andrés Manuel es el presidente legítimamente electo del país. Hay diferencias sustanciales.

Felipe Calderón ganó por la decisión de 7 magistrados, que mediante un dictamen contradictorio, refrendaron la imposición a través del fraude. Andrés Manuel ganó por la decisión del Pueblo, expresada a través de los votos que no fueron contados transparentemente.

Andrés Manuel López Obrador presidirá un gobierno itinerante, con una sede en el Distrito Federal, pero viajando a todo el país para escuchar a la gente y conocer sus necesidades de manera directa, para atenderlas adecuadamente. Felipe Calderón encabezará un gobierno a salto de mata, escondido de la gente y sosteniendo reuniones privadas para atender las demandas de las altas jerarquías que lo impusieron.

Felipe Calderón se oculta detrás del Estado Mayor Presidencial y viaja en helicópteros y camionetas blindadas. Andrés Manuel anda con la gente y viaja en un auto compacto particular, con la ventanilla abierta.

A López Obrador, le robaron legalmente la elección. Lo que jamás podrán quitarle será la legitimidad.






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