lunes, agosto 07, 2006

 

La Ley

Siguen las elucubraciones que pudieron haber terminado el sábado pasado...

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, conocido como TRIFE, emitió su primera resolución sobre el juicio de inconformidad interpuesto por la Coalición por el Bien de Todos. Este organismo tuvo en sus manos la posibilidad histórica de mostrar su independencia de los poderes fácticos, para otorgar una decisión jurídica que beneficiara la democracia maltrecha. No lo hizo.

Efectivamente, sustentó su decisión en el "apego a la ley". Pero hay que considerar que la ley no es una cuestión matemática, que arroja resultados siempre exactos y previsibles. No pertenece a las ciencias formales.

La ley es una construcción humana, que surge del trabajo legislativo de las cámaras de diputados y senadores de este país. En virtud de que las distintas fracciones parlamentarias son las que la inventan, es perfectible y además se sustenta, en primera instancia, en decisiones políticas.

Entonces, la pretendida desvinculación entre ley y política no es real. Debido a su origen, la ley contiene numerosas omisiones reconocidas por juristas distinguidos.

Por otra parte, las diversas leyes tienen distintas jerarquías. La Carta Magna de la Nación, conocida como Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es la ley fundamental del país y ninguna otra está por encima de ella, ni siquiera la les del COFIPE, tan famosa en estos días. Por lo tanto, conforme a la Constitución, es necesario dar legitimidad y certidumbre para soportar la plataforma de la democracia.

Entonces, las decisiones jurídicas son necesariamente tomadas por interpretaciones de la ley. Por esto se requiere que existan Tribunales, porque si la ley arrojara siempre resultados matemáticos, las resoluciones serían emitidas sin necesidad de un análisis más profundo.

Por lo anterior, el TRIFE tiene facultades para interpretar la ley; está integrado por magistrados que tienen amplia experiencia como juzgadores, que pueden asumir una postura determinada ante la ley y que debe incluso suplir las deficiencias de los alegatos y pruebas de los demandantes que acuden a ellos.

En este caso, la decisión "apegada a derecho" resultó de una interpretación sumamente ceñida de la ley. Si bien los magistrados tenían la facultad de verificar los diversos casos impugnados, sólo consideraron una muestra estadística del total, con el argumento de que la Coalición no impugnó todos los distritos; pero, tampoco consideró los más de 200 distritos impugnados y las más de 70,000 casillas con irregularidades parecidas a las encontradas en las casi 12,000 casillas que si revisarán.

El día de hoy salen notas en los periódicos que informan que el TRIFE "regañó" al IFE porque no abrió los paquetes de esas casillas, con el argumento de que no se requiere que un partido lo solicite si hay "errores evidentes"; llega incluso al extremo de poner definiciones de diccionario sobre esos términos. Sin embargo, la Coalición Por el Bien de Todos y el 72% de los mexicanos que estamos a favor del voto por voto, no podemos invocar el mismo argumento del TRIFE ante ellos mismos. ¿Porqué no abre todos esos paquetes con "errores evidentes" aún a pesar de que todos lo pedimos?

La ley tiene sus bemoles y por ello, la composición de los juicios siempre considera los acordes de política y del poder. En este caso, falta considerar los de la gente.

Seguimos con ¡Voto por Voto, Casilla por Casilla!

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