Si piensas...

La historia política reciente en México, ha sido testigo de los cambios profundos que ocurren en el país. Ninguno de ellos tiene que ver con reformas estructurales o acuerdos políticos trascendentes, porque no son las "instituciones" las que han sido cambiadas. La gran transformación ha empezado a ocurrir en la sociedad.

A un año de haberse consumado el mayor fraude electoral en México, la ciudadanía sigue expresando su repudio al usurpador; ha empezado a gestionar que sus representantes populares actúen en congruencia con el mandato del Pueblo; se informa y se levanta para manifestar sus desacuerdos con las políticas públicas; empieza a verse una ciudadanía activa, responsable y pensante.

El fraude en México no es nuevo, pero si la reacción de la gente agraviada. Usualmente, los políticos sabían que al cabo de unos días, el Pueblo se olvidaría de los agravios y volvería a aceptar las imposiciones después de algún evento legitimador. Después del 2006, eso no ha ocurrido. El movimiento popular surgido de las Redes Ciudadanas convocadas por López Obrador, es grande y fuerte. La revolución de las conciencias ha ido creciendo y tomando cauce.
Si bien sigue habiendo manipulación a través de los medios leales al régimen, de los actos electoreros y de la aplicación partidista de los recursos públicos, se empieza a ver un despertar social que no podrá se detenido.

"Calderón no podrá limpiar la mancha del fraude ni con toda el agua de los océanos". Esto se hace patente en cada acto de la Resistencia Civil Pacífica, en cada momento que el espurio se ve obligado a alejarse de la gente por temor al repudio. El día en que pretendía hacer su acto glorioso de legitimación, la gente exhibe una manta de 80 mts. en la que se lee "Andrés Manuel López Obrador, Presidente Legítimo de México". Los ciudadanos exigen a los diputados y senadores que cumplan con la voluntad popular y que no actúen por consigna. La presión sube y el Pueblo gana.

La lucha está comenzando y la revolución de conciencias es la salida para los problemas sociales nacionales. Hay que seguir adelante con inteligencia y sabiduría.

México es un Pueblo Grande y no merece un minigobierno.